miércoles, 15 de abril de 2020

AYER, 14 DE ABRIL

Ayer, 14 de abril, a causa del estado de alerta sanitaria no pudimos llevar a cabo la conmemoración del aniversario de la instauración de la II República como hubiésemos deseado.




Al contrario que en años anteriores en que hemos podido reunirnos para rendir homenaje a los republicanos y republicanas represaliadas por el régimen franquista, en que hemos llevado a cabo concentraciones para leer nuestros manifiestos con carácter local o regional, que hemos acudido a las fiestas republicanas, a las comidas de hermandad, en que hemos debatido sobre los valores republicanos que propugnamos, los acontecimientos de este aciago 2020 nos han obligado a recluirnos en nuestras casas, a confinarnos para frenar la extensión de la pandemia... y así, el 89º aniversario del nacimiento del segundo intento de convertir España en un país democrático, libre del oscurantismo que secularmente había distinguido a nuestro país de los países democráticos europeos, no hemos podido reunirnos para celebrarlo. 




Pero hemos conservado la unidad en la distancia, nos hemos mantenido en contacto a lo largo del día a través del teléfono, de las videoconferencias, de la redes sociales, hemos sacado a las ventanas y balcones nuestra bandera tricolor.






Hay quien, al no tener la bandera en su domicilio, ha recurrido a colocar tres mantas con los colores de la bandera republicana, o una bufanda con los colores rojo, amarillo y morado...
Nos enviábamos fotos diciendo: "Mira: aquí está mi bandera". 



Había quien nos mandaba la foto hecha desde el interior de su casa, porque no podía salir a la calle para hacerla, y quien, por el contrario, tenía a alguien que se la hacía desde la distancia o desde un balcón o terraza próxima a la suya; hubo quien colocó la bandera en la azotea, quien la puso en el jardín, y quien se tuvo que conformar con poner en el interior de casa una simple pañoleta.






Diversas formas de acercarnos desde la separación obligada; variadas maneras de hacer público nuestro espíritu republicano. Lo importante era poder decirnos: Estoy contigo, y pienso como tú; estás conmigo, y reivindicamos los mismos principios, luchamos por la misma utopía.



Porque el espíritu republicano no muere; no lo pudieron sofocar con la victoria franquista del 39; y lo mismo que desde la derrota cantonal de 1874 y de la que sufrieron los insurrectos republicanos de 1886, este espíritu permaneció latente, que no sepultado, que no extinguido, también lo hizo durante la larga noche de la dictadura y continúa existiendo a día de hoy, de manera creciente, con mayor fuerza que nunca.


Una bandera no es más que un símbolo; pero es todo un símbolo; como lo es un himno, como lo es una canción. Y esos símbolos se vieron ayer, a lo largo de todo el día, en las fachadas de nuestras viviendas.




Quien no tiene bandera, la sustituye por tres prendas de vestir con los colores rojo, amarillo y morado.
Quien se encuentra en el hospital, acompañando a un enfermo, se viste con una camiseta republicana y nos manda una foto luciéndola.
Quien no tiene quien le haga la foto a su bandera desde la calle, se la hace desde el interior de su casa.



Esos símbolos se encontraron en el interior de nuestras casas, en el de aquéllas habitadas por una sola persona, que ornó su sala de estar con un ejemplar de la constitución de 1931 y en aquéllas en que una pareja o una familia brindaba por el advenimiento de la III República Española.

Símbolos, como el del Himno de Riego, que a las 9 de la noche se oyó en nuestros equipos de música a través de las ventanas abiertas, como el Canto a la Libertad, de Labordeta, que se oyó por la mañana en algunas terrazas;



Como los gritos de "¡Viva la República!" que se lanzaron desde algunos megáfonos; como ese Himno de Riego que interpretó un adolescente con la flauta travesera desde su terraza o el "No pasarán" que reprodujo a través del altavoz de su ordenador esa pareja que vive en una casa rural, a varios kilómetros de la ciudad.

Son sólo símbolos, pero símbolos que nos ayudaron a sentirnos menos solos, menos solas en un día tan importante para quienes sentimos que la democracia plena sólo nos puede llegar de la mano de la República.


  Desde fuera de España nos llegaron las fotos de nuestros compatriotas que, en el día de ayer, se sentían tan cerca de nosotros/as como si se hubieran desplazado hasta aquí a conmemorar esta efemérides





Este año nos hemos encontrado más lejos, pero también más cerca, pues a veces la distancia no hace sino aproximarnos.

Y en este intento de aproximación, desde la Federación de Asociaciones de Memoria Histórica de la Región de Murcia hemos reunido varias fotos de las que recibimos ayer, en las que se muestra nuestro recuerdo de aquel 14 de abril de 1931.




 Para mantenernos unidos/as y no desfallecer en nuestra lucha.
¡Viva la República Española!.

sábado, 11 de abril de 2020

14 DE ABRIL, DÍA DE LA REPÚBLICA, 89 ANIVERSARIO







En este  14 de abril se cumplen 89 años desde que se proclamara en España la II República, esa fecha en la que quedó impregnada la geografía española de la "primavera de los pueblos". Este acontecimiento histórico supuso la ilusión de quienes nunca la tuvieron; de quienes nunca creyeron que los avances de un país iban a mejorar su esperanza y sus vidas. Supuso un halo de expectativas ciertas para, como decía Machado, los que, sin nombrar la Patria, no la venden (como los que sí la nombran), sino que la compran y la levantan.




Porque quienes conmemoramos la II República no anhelamos un simple cambio de Jefatura, un quítate tú (monarca) para ponerme yo (presidente republicano), porque la República supone la restauración de una serie de valores absolutamente irrenunciables: la democracia, la libertad y la justicia social.

Pero esto, alguien puede pensar, ya lo trae la Monarquía. Ya lo estamos viendo. En primer lugar, no hay ninguna razón para pensar que alguien por el simple hecho de tener sangre azul está capacitado para dirigir los designios de un país; en segundo lugar, no hay libertad, ni mucho menos democracia, cuando no se puede destituir o echar a cualquier cargo de su puesto por mala gestión o malas prácticas y; en tercer lugar, ¿cómo en pleno siglo XXI puede haber una persona que es irresponsable de sus actos?; ¿cómo en una democracia, que se considere como tal, se permite que una persona no pueda ser juzgada haga lo que haga? Por eso en el proceso constituyente tendente a la implantación de la III República, la tarea inmediata ha de ser una reforma del titulo II de la Constitución, para limitar la inviolabilidad absoluta de que goza la monarquía a la esfera ejercida por su cargo exclusivamente.



Siendo lo anterior esencial, lo realmente importante en los valores republicanos es la tercera pata, la JUSTICIA SOCIAL, es decir, LA SOLIDARIDAD, que significa cuidar a los sectores sociales más débiles, los más vulnerables. Y, por ello, La República es la defensa de LO PÚBLICO, la defensa de la Sanidad Pública, de la Enseñanza Pública, de la Dependencia, de las Pensiones Públicas, de la Gestión Pública en general.

Protegemos el Pensamiento Crítico frente al Pensamiento Único, al que ciertos sectores de la sociedad quieren volver. Así entendemos la lucha por la Libertad, por la potenciación de la cultura, la ciencia y la educación pública. La libertad significa también apostar por  un Estado Laico, que respete la libertad de creencias y no creencias, sin privilegios confesionales.




Pero defender la República, es bastante más, es defender la máxima extensión de DERECHOS:

Como la lucha de la mujer, el feminismo, que forma parte del activo republicano. Recordemos los grandes avances que se dieron en el primer bienio de la II República, y que la ideología y práctica de la dictadura franquista, el nacionalcatolicismo, anuló a partir de 1938, humillando y vejando la imagen y el símbolo de la mujer como persona protagonista y responsable de sus actos.

La defensa de la Inmigración.  Tenemos que velar por ella aunque sólo sea por recordar a aquellas personas compatriotas que tuvieron que exiliarse por defender la legalidad vigente en aquel momento, la democracia y la libertad. Teniendo en cuenta que nadie sale de su tierra por capricho, sino que razones de orden económico, de persecución, de guerra, de supervivencia… en definitiva, estamos obligados, por Humanidad, por Solidaridad, a tener siempre las fronteras abiertas.




La defensa y el respeto a nuestro Medio Ambiente, apostando por las energías renovables y haciendo una vida más en contacto con la Naturaleza. Velando por la economía y el comercio de proximidad.

Y, por último, y no menos importante, es el DERECHO A LA DIFERENCIA. No habrá democracia ni libertad plena si cada persona no puede vivir como le pida el cuerpo, de tener la familia que más se adecue con sus intereses vitales, de amar a quien se quiera y de ser como su cuerpo le pida que sea.

Hoy, ante la crisis sanitaria que el mundo está padeciendo, son más necesarios que nunca la puesta en práctica de estos valores que, más pronto que tarde, serán una realidad.

Salud y República.



Celebración 14 de abril en 2019 en Cartagena
organizado por la Federación Regional